¿Por qué ofende tanto el evangelio? Porque confronta la corrupción del ser humano, porque el pecado se retuerce, porque por naturaleza el hombre es enemigo de Dios y no quiere ni puede buscarle por sí mismo.
Numerosas veces me han eliminado del Facebook (y de lo que no es Facebook) por predicar el evangelio, pero es mejor agradar a Dios que agradar a los hombres y esa misma Palabra que me fue predicada a mí y me despertó de la muerte espiritual es la que yo divulgo, para ver si Dios tiene misericordia de alguno y le conceda que se arrepienta.
1 Tesalonicenses 2:3-4 Porque no estábamos equivocados en lo que predicábamos, ni tampoco hablábamos con malas intenciones ni con el propósito de engañar a nadie. Al contrario, Dios nos aprobó y nos encargó el evangelio, y así es como hablamos. No tratamos de agradar a la gente, sino a Dios, que examina nuestros corazones.